“La historia es un profeta con la mirada
vuelta hacia atrás y por lo que fue anuncia lo que será”
Eduardo Galeano
A medida que transcurre el
tiempo la situación económica, política y social de Contramaestre va dando un
vuelco significativo. Finalizando la primera mitad del siglo XX lo que es hoy el territorio vislumbraba un camino nuevo, para este periodo se
convirtió en un lugar de transeúntes y comerciantes, gracias a la culminación
del trecho del ferrocarril de Baire al Central América y a la construcción de
la carretera central en el tramo de Santiago de Cuba a Granma.
Sin duda Contramaestre
experimenta importantes cambios. Un grupo de comerciantes se instala a la
orilla de la carretera central, otros invierten capital en la construcción de
edificios para renta, de esta manera se van erigiendo hoteles, casas de
huéspedes, bares, tiendas y otros pequeños comercios.
El asentamiento poblacional
del territorio fue impulsado y atraído por las actividades económicas de unos,
y la búsqueda de empleo de otros. Esto hizo que el lugar pasara a ocupar el
centro económico del territorio, dejando en segundo plano al poblado de Maffo,
territorio que solo seguía siendo, jurídicamente, la cabecera de barrio.
Una vez más algunos
contramaestrenses deciden poner en conocimiento del pueblo todos los sucesos
que ocurrían en el floreciente territorio. Y es el 20 de mayo de 1951 cuando se
funda El Criterio, segundo periódico del
municipio, de información general, “sin nexo con ningún grupo político,
religioso o comercial”.
“(…) en vista del creciente progreso y desarrollo comercial
e industrial de Contramaestre (…) que no marchaba a igual ritmo en el orden
educacional y cultural, surgió de un grupo de periodistas, corresponsales y colaboradores
la idea de iniciar una publicación periódica que dejara ver de alguna forma la
inquietud de esta zona”[1].
El Criterio tenía una
publicación semanal y se caracterizó por las constantes y cívicas denuncias a
los gobiernos de turno y sus pésimas funciones. Como consecuencia de aquellas
acusaciones varios de los integrantes fueron detenidos, ofendidos y
enjuiciados. Entre ellos se encontraban Oscar Rondón Arias[2],
Pedro León[3] y Orlando Concepción
Pérez[4].
Su publicación era los sábados, comenzando la primera de sus
tiradas con cuatro páginas, en tamaño tabloide, con mil ejemplares nada más.
Luego continuó con el tamaño oficial de 21 pulgadas de alto por 15 de
ancho, con 7 columnas. Contaba con seis páginas y a veces con ocho[5]
El semanario destacaba fundamentalmente
las necesidades de la jurisdicción de Jiguaní en general y en particular las de
Contramaestre y Maffo. La mayor parte de sus “colaboradores-sostenedores”[6]
eran luchadores clandestinos contra la tiranía batistiana y combatientes del MovimientoRevolucionario 26 de Julio.
A medida que transcurría el
tiempo El Criterio fue acreditándose ante la ciudadanía, por lo que circulaba
no solo dentro del municipio, sino también en los vecinos pueblos de PalmaSoriano y Bayamo, de esta manera su tirada llegó hasta más de dos mil
ejemplares cada sábado.
El semanario comenzó a
editarse en la Imprenta “La Voz del Cauto” de Palma Soriano, pero luego, mediante la
cooperativa de sus miembros se instaló un pequeño taller de imprenta en
Contramaestre, existente aun, donde se estampaba hasta su desaparición.
Se destacaban en el
periódico notas de las demandas de obras públicas, salubridad y educación.
Sesiones fijas como la“Editorial”, “Central América”, “Parrafitos” y “Notas
Deportivas”.No podían faltar las propagandas comerciales y los anuncios.
La oficina del director se
encontraba en los bajos del “Hotel Tarabay”[7] en Contramaestre. Aquí se recopilaba una amplia
colección de todos los números publicados, resulta que en uno de los registros
llevados a cabo por los esbirros de la tiranía, fueron mutilados y
desaparecieron completamente. Solo se cuenta hoy con un ejemplar del primer
número publicado.
Esta Publicación Semanal Al Servicio De Los Intereses De La Patria[8] iba dirigida única y exclusivamente al pueblo. No le
temían a las ofensas a que podían ser sometidos, y más que su actitud, lo
demostraban en sus divulgaciones.
La convicción y principios
que poseían los miembros de El Criterio estaban sumamente claros y precisos. Al
suceder el Golpe Militar del 10 de marzo de 1952, el semanario deja de
publicarse gracias a la censura de prensa impuesta. En este periodo actores del
régimen batistiano quisieron prestarle ayuda económica con el interés de
desviar sus objetivos, obviamente esto no fue aceptado. Los defensores del
semanario alegando “falta de papel y recursos” dejaron de publicarlo para no
someterse a la férrea reprensión. Luego de la censura se restauran las
publicaciones, esta vez con recursos propios, lamentablemente hasta 1953 cuando
la tiranía pretendió poner punto final a la libertad de prensa.
Después de conocer toda esta
información me percaté de la reliquia que se estaba perdiendo en la prensa de
Contramaestre. Cómo es posible que hayan pasado tantos años y a nadie nunca le
llamó la atención. Cómo pueden existir personas que no consideren relevante la
raíz del periodismo en nuestra región como para dedicarle un espacio en nuestra
historia.
Razón tenían los
historiadores de Guantánamo Margarita Canseco y José Sánchez Guerra al apuntar
que apenas existen unos pocos estudios sobre la prensa y el periodismo
en Cuba, y en las diferentes regiones cubanas es más escaso aún, sobre todo
en la zona oriental que se limita a pequeños artículos publicados en algunas
revistas y pequeñas monografías provinciales[9].
Es hora de rescatar estos
acontecimientos, casi perdidos. La Voz de Maffo y El Criterio fueron dos
periódicos que tuvieron mucho en común y también diferencias. Publicados en
periodos distintos, con heterogéneos estilos, diseños y contenidos. Cuando se
publica el segundo, no se conocía de la existencia del primero, aun así
siguieron de cierta manera los mismos intereses. Uno perduró más que otro, pero
ambos iban dirigidos a las demandas sociales de los desiguales momentos
históricos.
Aquí surgieron, fueron
testigos de difíciles momentos, y de creciente desarrollo. Uno vio morir el
viejo barrio y otro dar a luz al sitio de transeúntes y comerciantes. Cómo
olvidar tan importante reliquia, cómo no hablar hoy de lo que nos antecedió. A
partir de ellos podemos analizar el devenir del periodismo en el municipio
contramaestrense. Además, a cuántas figuras valiosas dejamos de homenajear
actualmente por desconocer su existencia. Con la esperanza de una acreditación
fidedigna, pongo en las manos de los lectores esta gran reliquia para que
podamos conocer realmente la génesis del periodismo en Contramaestre.
[1]Fragmento de la rimera edición del
periódico El Criterio. Año 1, no. 1. Contramaestre, 20 de mayo de 1926.
[2] Oscar Rondón
Arias, Graduado de Periodismo en la Escuela Profesional de la Habana, ejerció esta Profesión por 27
años (1936-1963). Fue Corresponsal de los más importantes periódicos y
Noticieros Radiales de la
Nación. Perteneció al Colegio Nacional de Periodistas, siendo
Diputado a la Provincia
y Vice-Decano Provincial de Oriente en 1954 y 1960. Director del Semanario El
Criterio.
[3] Pedro León,
colaborador de El Criterio.
[4]Orlando Concepción
Pérez, periodista, precursor del
periodismo deportivo en Contramaestre. Acumuló una vasta obra
periodística a nivel local y nacional, Escritor e Historiador, colaborador de
El Criterio.
[5]Rondón Arias,
Oscar. Breve reseña del periódico El Criterio. Sin fecha.
[6] Así nombraban a los
trabajadores del periódico
[7] Hotel Tarabay: hoy Ministerio de la Agricultura.
Delegación Municipal. Contramaestre.
[8] Slogan del
periódico El Criterio.
[9] Sánchez Guerra, J y
Canseco Aparicio, M. el Eco de las Voces. La prensa en Guantánamo de 1902-1962.
Editorial El Mar y la Montaña, Guantánamo, 2009.