miércoles, 4 de diciembre de 2013

Salvando la memoria histórica (II)



La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás y por lo que fue anuncia lo que será
Eduardo Galeano
A medida que transcurre el tiempo la situación económica, política y social de Contramaestre va dando un vuelco significativo. Finalizando la primera mitad del siglo XX lo que es hoy el territorio vislumbraba un camino nuevo, para este periodo se convirtió en un lugar de transeúntes y comerciantes, gracias a la culminación del trecho del ferrocarril de Baire al Central América y a la construcción de la carretera central en el tramo de Santiago de Cuba a Granma.
Sin duda Contramaestre experimenta importantes cambios. Un grupo de comerciantes se instala a la orilla de la carretera central, otros invierten capital en la construcción de edificios para renta, de esta manera se van erigiendo hoteles, casas de huéspedes, bares, tiendas y otros pequeños comercios.


 
El asentamiento poblacional del territorio fue impulsado y atraído por las actividades económicas de unos, y la búsqueda de empleo de otros. Esto hizo que el lugar pasara a ocupar el centro económico del territorio, dejando en segundo plano al poblado de Maffo, territorio que solo seguía siendo, jurídicamente, la cabecera de barrio.
Una vez más algunos contramaestrenses deciden poner en conocimiento del pueblo todos los sucesos que ocurrían en el floreciente territorio. Y es el 20 de mayo de 1951 cuando se funda El Criterio, segundo periódico del municipio, de información general, “sin nexo con ningún grupo político, religioso o comercial”.
“(…) en vista del creciente progreso y desarrollo comercial e industrial de Contramaestre (…) que no marchaba a igual ritmo en el orden educacional y cultural, surgió de un grupo de periodistas, corresponsales y colaboradores la idea de iniciar una publicación periódica que dejara ver de alguna forma la inquietud de esta zona”[1].
El Criterio tenía una publicación semanal y se caracterizó por las constantes y cívicas denuncias a los gobiernos de turno y sus pésimas funciones. Como consecuencia de aquellas acusaciones varios de los integrantes fueron detenidos, ofendidos y enjuiciados. Entre ellos se encontraban Oscar Rondón Arias[2], Pedro León[3] y Orlando Concepción Pérez[4].
Su publicación era los sábados, comenzando la primera de sus tiradas con cuatro páginas, en tamaño tabloide, con mil ejemplares nada más. Luego continuó con el tamaño oficial de 21 pulgadas de alto por 15 de ancho, con 7 columnas. Contaba con seis páginas y a veces con ocho[5]
El semanario destacaba fundamentalmente las necesidades de la jurisdicción de Jiguaní en general y en particular las de Contramaestre y Maffo. La mayor parte de sus “colaboradores-sostenedores”[6] eran luchadores clandestinos contra la tiranía batistiana y combatientes del MovimientoRevolucionario 26 de Julio.
A medida que transcurría el tiempo El Criterio fue acreditándose ante la ciudadanía, por lo que circulaba no solo dentro del municipio, sino también en los vecinos pueblos de PalmaSoriano y Bayamo, de esta manera su tirada llegó hasta más de dos mil ejemplares cada sábado.
El semanario comenzó a editarse en la ImprentaLa Voz del Cauto” de Palma Soriano, pero luego, mediante la cooperativa de sus miembros se instaló un pequeño taller de imprenta en Contramaestre, existente aun, donde se estampaba hasta su desaparición.
Se destacaban en el periódico notas de las demandas de obras públicas, salubridad y educación. Sesiones fijas como la“Editorial”, “Central América”, “Parrafitos” y “Notas Deportivas”.No podían faltar las propagandas comerciales y los anuncios.
La oficina del director se encontraba en los bajos del “Hotel Tarabay”[7] en Contramaestre. Aquí se recopilaba una amplia colección de todos los números publicados, resulta que en uno de los registros llevados a cabo por los esbirros de la tiranía, fueron mutilados y desaparecieron completamente. Solo se cuenta hoy con un ejemplar del primer número publicado.
Esta Publicación Semanal Al Servicio De Los Intereses De La Patria[8] iba dirigida única y exclusivamente al pueblo. No le temían a las ofensas a que podían ser sometidos, y más que su actitud, lo demostraban en sus divulgaciones.
La convicción y principios que poseían los miembros de El Criterio estaban sumamente claros y precisos. Al suceder el Golpe Militar del 10 de marzo de 1952, el semanario deja de publicarse gracias a la censura de prensa impuesta. En este periodo actores del régimen batistiano quisieron prestarle ayuda económica con el interés de desviar sus objetivos, obviamente esto no fue aceptado. Los defensores del semanario alegando “falta de papel y recursos” dejaron de publicarlo para no someterse a la férrea reprensión. Luego de la censura se restauran las publicaciones, esta vez con recursos propios, lamentablemente hasta 1953 cuando la tiranía pretendió poner punto final a la libertad de prensa.
Después de conocer toda esta información me percaté de la reliquia que se estaba perdiendo en la prensa de Contramaestre. Cómo es posible que hayan pasado tantos años y a nadie nunca le llamó la atención. Cómo pueden existir personas que no consideren relevante la raíz del periodismo en nuestra región como para dedicarle un espacio en nuestra historia.
Razón tenían los historiadores de Guantánamo Margarita Canseco y José Sánchez Guerra al apuntar que apenas existen unos pocos estudios sobre la prensa y el periodismo en Cuba, y en las diferentes regiones cubanas es más escaso aún, sobre todo en la zona oriental que se limita a pequeños artículos publicados en algunas revistas y pequeñas monografías provinciales[9].
Es hora de rescatar estos acontecimientos, casi perdidos. La Voz de Maffo y El Criterio fueron dos periódicos que tuvieron mucho en común y también diferencias. Publicados en periodos distintos, con heterogéneos estilos, diseños y contenidos. Cuando se publica el segundo, no se conocía de la existencia del primero, aun así siguieron de cierta manera los mismos intereses. Uno perduró más que otro, pero ambos iban dirigidos a las demandas sociales de los desiguales momentos históricos.
Aquí surgieron, fueron testigos de difíciles momentos, y de creciente desarrollo. Uno vio morir el viejo barrio y otro dar a luz al sitio de transeúntes y comerciantes. Cómo olvidar tan importante reliquia, cómo no hablar hoy de lo que nos antecedió. A partir de ellos podemos analizar el devenir del periodismo en el municipio contramaestrense. Además, a cuántas figuras valiosas dejamos de homenajear actualmente por desconocer su existencia. Con la esperanza de una acreditación fidedigna, pongo en las manos de los lectores esta gran reliquia para que podamos conocer realmente la génesis del periodismo en Contramaestre.


[1]Fragmento de la rimera edición del periódico El Criterio. Año 1, no. 1. Contramaestre, 20 de mayo de 1926.
[2] Oscar Rondón Arias, Graduado de Periodismo en la Escuela Profesional de la Habana, ejerció esta Profesión por 27 años (1936-1963). Fue Corresponsal de los más importantes periódicos y Noticieros Radiales de la Nación. Perteneció al Colegio Nacional de Periodistas, siendo Diputado a la Provincia y Vice-Decano Provincial de Oriente en 1954 y 1960. Director del Semanario El Criterio.
[3] Pedro León, colaborador de El Criterio.
[4]Orlando Concepción Pérez, periodista, precursor del periodismo deportivo en Contramaestre. Acumuló una vasta obra periodística a nivel local y nacional, Escritor e Historiador, colaborador de El Criterio.
[5]Rondón Arias, Oscar. Breve reseña del periódico El Criterio. Sin fecha.
[6] Así nombraban a los trabajadores del periódico
[7] Hotel Tarabay: hoy Ministerio de la Agricultura. Delegación Municipal. Contramaestre.
[8] Slogan del periódico El Criterio.
[9] Sánchez Guerra, J y Canseco Aparicio, M. el Eco de las Voces. La prensa en Guantánamo de 1902-1962. Editorial El Mar y la Montaña, Guantánamo, 2009.